"Los salmos son una fuente de consuelo y paz espiritual, especialmente cuando enfrentamos momentos difíciles. Si estás buscando un salmo para la ansiedad, encontrarás palabras poderosas que te brindan calma y esperanza. Un salmo para la ansiedad y angustia puede ayudarte a superar esos momentos de incertidumbre, mientras que un salmo para la ansiedad y estrés es ideal para liberar tensiones y encontrar serenidad. Además, existen salmos para la ansiedad y depresión que te guiarán hacia la sanación emocional. Si sientes preocupación o tristeza, un salmo para la ansiedad y preocupación te ofrecerá un refugio espiritual, mientras que un salmo para calmar la ansiedad puede ser justo lo que necesitas para reencontrar la paz. Para aquellos que desean combatir la ansiedad, estos salmos ofrecen versículos llenos de esperanza y fortaleza para afrontar cualquier desafío."
SALMO 46
SALMO 46
1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Para oboes. Canto.
2 Dios es nuestro refugio y fortaleza,
una ayuda siempre pronta en los peligros.
3 Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva
y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar;
4 aunque bramen y se agiten sus olas,
y con su ímpetu sacudan las montañas.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
5 Los canales del Río alegran la Ciudad de Dios,
la más santa Morada del Altísimo.
6 Dios está en medio de ella: nunca vacilará;
él la socorrerá al despuntar la aurora.
7 Tiemblan las naciones, se tambalean los reinos:
él hace oír su voz y se deshace la tierra.
8 El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
9 Vengan a contemplar las obras del Señor,
él hace cosas admirables en la tierra:
10 elimina la guerra hasta los extremos del mundo;
rompe el arco, quiebra la lanza
y prende fuego a los escudos.
11 Ríndanse y reconozcan que yo soy Dios:
yo estoy por encima de las naciones,
por encima de toda la tierra.
12 El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
SALMO 55
SALMO 55
1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Poema de David.
2 Dios mío, escucha mi oración,
no seas insensible a mi súplica;
3 atiéndeme y respóndeme.
La congoja me llena de inquietud;
4 estoy turbado por los gritos el enemigo,
por la opresión de los malvados:
porque acumulan infamias contra mí
y me hostigan con furor.
5 Mi corazón se estremece dentro de mi pecho,
me asaltan los horrores de la muerte,
6 me invaden el temor y el temblor,
y el pánico se apodera de mí.
7 ¡Quién me diera alas de paloma
para volar y descansar!
8 Entonces huiría muy lejos,
habitaría en el desierto.
9 Me apuraría a encontrar un refugio
contra el viento arrasador y la borrasca.
10 Confunde sus lenguas, Señor, divídelas,
porque no veo más que violencia
y discordia en la ciudad,
11 rondando día y noche por sus muros.
Dentro de ella hay maldad y opresión,
12 en su interior hay ruindad;
la crueldad y el engaño
no se apartan de sus plazas.
13 Si fuera mi enemigo el que me agravia,
podría soportarlo;
si mi adversario se alzara contra mí,
me ocultaría de él.
14 ¡Pero eres tú, un hombre de mi condición,
mi amigo y confidente,
15 con quien vivía en dulce intimidad:
juntos íbamos entre la multitud
a la Casa de Dios!
16 Que la muerte los sorprenda,
que bajen vivos al Abismo,
porque dentro de sus moradas sólo existe la maldad.
17 Yo, en cambio, invoco a mi Dios,
y el Señor me salvará.
18 De tarde, de mañana, al mediodía,
gimo y me lamento,
pero él escuchará mi clamor.
19 El puso a salvo mi vida;
se acercó cuando eran muy numerosos
los que estaban contra mí.
20 Dios, que reina desde siempre,
los oyó y los humilló.
Porque ellos no se corrigen
ni temen a Dios;
21 alzan las manos contra sus aliados
y violan los pactos.
22 Su boca es más blanda que la manteca,
pero su corazón desea la guerra;
sus palabras son más suaves que el aceite,
pero hieren como espadas.
23 Confía tu suerte al Señor,
y él te sostendrá:
nunca permitirá que el justo perezca.
24 Y tú, Dios mío, los precipitarás
en la fosa más profunda.
Los hombres sanguinarios y traidores
no llegarán ni a la mitad de sus días.
Yo, en cambio, confío en ti, Señor.
SALMO 94
SALMO 94
1 ¡Dios vengador de las injusticias,
Señor, Dios justiciero, manifiéstate!
2 ¡Levántate, Juez de la tierra,
dales su merecido a los soberbios!
3 ¿Hasta cuándo triunfarán, Señor,
hasta cuando triunfarán los malvados?
4 ¿Hasta cuando hablarán con arrogancia
y se jactarán los malhechores?
5 Ellos pisotean a tu pueblo, Señor,
y oprimen a tu herencia;
6 matan a la viuda y al extranjero,
asesinan a los huérfanos;
7 y exclaman: «El Señor no lo ve,
no se da cuenta el Dios de Jacob».
8 ¡Entiendan, los más necios del pueblo!
y ustedes, insensatos, ¿cuándo recapacitarán?
9 El que hizo el oído, ¿no va a escuchar?
El que formó los ojos, ¿no va a ver?
10 ¿Dejará de castigar el que educa a las naciones
y da a los hombres el conocimiento?
11 ¡El Señor conoce los planes de los hombres
y sabe muy bien que son vanos!
12 Feliz el que es educado por ti, Señor,
aquel a quien instruyes con tu ley,
13 para darle un descanso después de la adversidad,
mientras se cava una fosa para el malvado.
14 Porque el Señor no abandona a su pueblo
ni deja desamparada a su herencia:
15 la justicia volverá a los tribunales
y los rectos de corazón la seguirán.
16 ¿Quién se pondrá a mi favor contra los impíos?
¿Quién estará a mi lado contra los malhechores?
17 Si el Señor no me hubiera ayudado,
ya estaría habitando en la región del silencio.
18 Cuando pienso que voy a resbalar,
tu misericordia, Señor, me sostiene;
19 cuando estoy cargado de preocupaciones,
tus consuelos me llenan de alegría.
20 ¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo,
que comete injusticias en nombre de la ley?
21 Ellos atentan contra la vida de los justos
y condenan a muerte al inocente.
22 Pero el Señor es mi fortaleza,
mi Dios es la Roca en que me refugio:
23 él les devolverá a su misma iniquidad
y los destruirá por su malicia,
¡El Señor, nuestro Dios, los destruirá!
SALMO 16
SALMO 16
1 Mictán de David.
Protégeme, Dios mío,
porque me refugio en ti.
2 Yo digo al Señor:
«Señor, tú eres mi bien,
no hay nada superior a ti».
3 Ellos, en cambio, dicen a los dioses de la tierra:
«Mis príncipes, ustedes son toda mi alegría».
4 Multiplican sus ídolos y corren tras ellos,
pero yo no les ofreceré libaciones de sangre,
ni mis labios pronunciarán sus nombres.
5 El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,
¡tú decides mi suerte!
6 Me ha tocado un lugar de delicias,
estoy contento con mi herencia.
7 Bendeciré al Señor que me aconseja,
¡hasta de noche me instruye mi conciencia!
8 Tengo siempre presente al Señor:
él está a mi lado, nunca vacilaré.
9 Por eso mi corazón se alegra,
se regocijan mis entrañas
y todo mi ser descansa seguro:
10 porque no me entregarás la Muerte
ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro.
11 Me harás conocer el camino de la vida,
saciándome de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha.
SALMO 37
SALMO 37
1 De David.
[Alef] No te exasperes a causa de los malos,
ni envidies a los que cometen injusticias,
2 porque pronto se secarán como el pasto
y se marchitarán como la hierba verde.
3 [Bet] Confía en el Señor y practica el bien;
habita en la tierra y vive tranquilo:
4 que el Señor sea tu único deleite,
y él colmará los deseos de tu corazón.
5 [Guímel] Encomienda tu suerte al Señor,
confía en él, y él hará su obra;
6 hará brillar tu justicia como el sol
y tu derecho, como la luz del mediodía.
7 [Dálet] Descansa en el Señor y espera en él;
no te exasperes por el hombre que triunfa,
ni por el que se vale de la astucia
14c para derribar al pobre y al humilde.
8 [He] Domina tu enojo, reprime tu ira;
no te exasperes, no sea que obres mal;
9 porque los impíos serán aniquilados,
y los que esperan al Señor, poseerán la tierra.
10 [Vau] Un poco más, y el impío ya no existirá;
si buscas su casa, ya no estará;
11 pero los humildes poseerán la tierra
y gozarán de una gran felicidad.
12 [Zain] El malvado urde intrigas contra el justo,
y al verlo, rechinan sus dientes;
13 pero el Señor se burla de él,
sabiendo que se le acerca la hora.
14 [Jet] Los impíos desenvainan la espada
y tienden sus arcos para matar al justo;
15 pero su espada les atravesará el corazón
y sus arcos quedarán destrozados.
16 [Tet] Vale más la pobreza del justo
que las grandes riquezas del malvado:
17 porque los brazos del impío se quebrarán,
pero el Señor sostiene a los justos.
18 [Iod] El Señor se preocupa de los buenos
y su herencia permanecerá para siempre;
19 no desfallecerán en los momentos de penuria,
y en los tiempos de hambre quedarán saciados.
20 [Caf] Pero los malvados irán a la ruina,
y los enemigos del Señor pasarán
como la hermosura de los prados,
se disiparán más pronto que el humo.
21 [Lámed] El impío pide prestado y no devuelve,
el justo, en cambio, da con generosidad;
22 los que el Señor bendice, poseerán la tierra,
y los que él maldice, serán exterminados.
23 [Mem] El Señor asegura los pasos del hombre
en cuyo camino se complace:
24 aunque caiga no quedará postrado,
porque el Señor lo lleva de la mano.
25 [Nun] Yo fui joven, ahora soy viejo,
y nunca vi un justo abandonado,
ni a sus hijos mendigando el pan;
26 él presta siempre con generosidad
y su descendencia será bendecida.
27 [Sámec] Aléjate del mal, practica el bien,
y siempre tendrás una morada,
28 porque el Señor ama la justicia
y nunca abandona a sus fieles.
[Ain] Los impíos serán aniquilados
y su descendencia quedará extirpada,
29 pero los justos poseerán la tierra
y habitarán en ella para siempre.
30 [Pe] La boca del justo expresa sabiduría
y su lengua dice lo que es recto:
31 la ley de Dios está en su corazón
y sus pasos no vacilan.
32 [Sade] El malvado está al acecho del justo
con la intención de matarlo,
33 pero el Señor no lo abandona en sus manos
ni deja que lo condenen en el juicio.
34 [Qof] Espera en el Señor y sigue su camino:
40b él te librará de los impíos;
34b te honrará con la posesión de la tierra
y tú mismo verás la ruina de los malos.
35 [Res] Yo vi a un impío lleno de arrogancia,
que florecía como un cedro frondoso;
36 pasé otra vez, y ya no estaba,
lo busqué, y no se lo pudo encontrar.
37 [Sin] Observa al inocente, fíjate en el bueno;
el que busca la paz tendrá una descendencia;
38 pero los pecadores serán aniquilados
y su descendencia quedará extirpada.
39 [Tau] La salvación de los justos viene del Señor,
él es su refugio en el momento del peligro;
40 el Señor los ayuda y los libera,
los salva porque confiaron en él.
SALMO 91
SALMO 91
1 Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
2 di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío».
3 El te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
4 te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
5 No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
6 ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
7 Aunque caigan mil a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
tú no serás alcanzado:
4c su brazo es escudo y coraza.
8 Con sólo dirigir una mirada,
verás el castigo de los malos,
9 porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo.
10 No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
11 porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo
12 Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
13 caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes.
14 «El se entregó a mí,
por eso, yo lo glorificaré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
15 me invocará, y yo le responderé.
Estará con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré;
16 le haré gozar de una larga vida
y le haré ver mi salvación».